El coqueto y audaz bromista Gilbert Blythe regresa al pueblo. Pero se pasa de la raya al llamar a Anne "Zanahorias" en broma, y ella responde rompiéndole la pizarra en la cabeza. La maestra de Anne la obliga a sentarse junto a Gilbert como castigo, así que decide no volver jamás. Marilla respeta su decisión y decide enseñarle a Anne más sobre cómo llevar una casa hasta que decida volver a la escuela por voluntad propia.