En la ciudad de Muyong, se descubre el cuerpo de una mujer joven de 20 años cerca de unos invernaderos. El criminal deja una horripilante firma al rajar las comisuras de los labios. El detective Ryu Song-Joon, impulsado por la ira, no descansa en la busca y captura del sospechoso. A pesar de las abrumadoras evidencias en su contra, el sospechoso proclama su inocencia y exige un juicio con jurado.